domingo, 28 de junio de 2020

Eclipse de mar; De Joaquín Sabina a María Jiménez

Hoy dice el periódico 
que ha muerto una mujer que conocí
Que ha perdido en su campo el Atleti
y que ha amanecido nevando en París.

De las muchas y diferentes etapas que ha tenido Sabina, hay una especialmente interesante, a final de los ochenta, antes de que empezara a hacer oxímoron a troche y moche, y que para mi gusto toca suelo cuando hace la gira aquella con Fito, muy olvidable.

Bueno, ha sido un cantante tan prolífico que no tiene más remedio que tener alguna cosa muy mala, pero es innegable también que tiene suficientes canciones buenas como para ser considerando un gran autor.


La canción la compuso en 1989 para Guadalupe Pineda, que hace esta versión, muy mejorable y sobre todo con una presentación rarísima.


Luego está el desparpajo que le pone María Jiménez en esta versión tan personal. Tan guapa, tan mujer, con ese punto canalla, pareciendo que no le cuesta trabajo cantar pero con un resultado precioso. Para mi la mejor de todas. Tiene una a dúo con Estopa también genial.


"han pagado un pasote de pelas por una acuarela falsa de Dalí"

domingo, 21 de junio de 2020

People are Strange: De The Doors a Echo and the Bunnimen

La gente es extraña
cuando tu eres extraño
las caras se vuelven feas
cuando estás solo

Una letra no se si obsesiva o depresiva. Cuando las cosas se tuercen, todo va mal. Robby Krieger el principal compositor de los Doors compuso en 1967 esta canción mientras paseaba con Jim Morrison por Laurel Canyon , un barrio residencial de Los Ángeles.


Esos golpes secos de bajo se parecen, según el propio autor, a la música de cabaret, que por aquel tiempo les fascinó. La canción se corta varias veces, dejando silencios.

Hay protagonismo de la voz de Morrison y de la propia letra, tan triste.

Buenos, pues en 1987 un grupo escocés, maestro de otros que luego han llegado más cosechado más éxito, Echo and the Bunnymen, preparan esta versión para la banda sonora de la película "The Lost Boys".



Kiefer Sutherland haciendo de macarra (una vez más). 

Los escoceses Echo and the Bunnymen son una referencia total en la música británica de los 80, y fueron una influencia trascendental para otros como U2 o, los españoles Danza Invisible en su primera época.



domingo, 14 de junio de 2020

Bitter fruit; De Little Steven a Karamelo Santo y Lejos de Allí.

Me dicen que tuve suerte al nacer
y trabajar en esta tierra de abundancia
sudando para la multinacional
la fruta dulce se ha vuelto amarga.

Casi todo en esta canción me parece inclasificable.


La canción es de 1987; la canta Little Steven, un miembro de la banda de Bruce Spintgteen que también tiene carrera de actor, actuando en los Soprano.

Tenía un programa de radio que retransmitían en España en los 40, cuando había cuatro cosas en la radio.

Es medio italiano medio nativo americano, pero aquí cuenta, vestido de pirata, el problema de las compañías bananeras que explotan a países de centro y sudamérica.

Para colmo, aparece como segunda voz el gran Rubén Blades.

La canción se medio parece a Guantanamera. Por una vez me gustaría saber qué piensas del tema.

El grupo argentino Karamelo Santo hace esta versión literal, pasado a ska.



Hay otra versión, de los sevillanos Lejos de Allí, un grupo que apareció en los 90, con un cantante con la voz maravillosa, pero que se quedaron entre el pop y los cantautores, quizá demasiado acaramelados pero con algunas cosas más que interesantes, como su Ana y Silvia.

En este caso, cambian la letra por un alegato pacifista. Eran los últimos coletazos del servicio militar obligatorio 






domingo, 7 de junio de 2020

I wish I know how it would feel...: De Nina Simone a Lighthouse family

Me gustaría saber que se siente al ser libre
Me gustaría poder romper todas las cadenas que me atan
Me gustaría poder decir todo lo que debo decir
Decirlo alto y claro, para que todo el mundo lo oiga.


Otra vez Nina Simone hablando de libertad, de sentimientos reprimidos. Su vida estuvo muy marcada por su condición de mujer negra, y tiene muchas canciones que tratan esos sentimientos.

La canción se la compuso Bill Taylor en 1967. El autor lo hizo pensando en su hija, de la que dijo que era una persona muy espiritual. 



Ahí van juntos, enredados, el piano y la voz seca de Nina Simone. Nunca se le oye la respiración. Lo único que les acompaña es un poquito de percusión. Devastador.

Como tantas veces -no olvidemos que era una pianista de jazz- al final extiende la canción con improvisaciones.

La canción ha sido utilizada por movimientos por los derechos civiles en distintas campañas y eventos.

33 años después, Lighthouse family (La familia del faro), editan esta versión mucho más encorsetada. Este dúo británico nos dejo algunas cosas bastante interesantes entre 1993 y 2001.

 


Van añadiendo instrumentos, arreglos y voces conforme avanza. Comienza a capella y acaba con todo un coro de gospel. Al final hay una pequeña sorpresa cuando incrustan frases de otra canción, el One de U2, otra canción asociada a eventos solidarios.

Sin que yo sea un experto, se puede decir que pasamos de la versión jazz y en directo a la versión soul en estudio.