luces en la ciudad, chica maquillada.
En la noche, el momento te halaga
en la noche, no hay control.
Luego viene a decir "tu tomas mi autocontrol, tú me controlas". Esta fue la primera canción de Raffaele Riefoli. Se llama Rafael, pero es de Bari. Consiguió un notable éxito.
Raf, como es conocido, tiene algún éxito, no de este nivelazo, y colaboraciones con estrellas italianas de primera fila.
Ya la versión original fue número uno en algún país, pero la que clavó un hit internacional, que cuarenta años después es una de las insignias de la década de los ochenta, es Laura Brannigan.
Se estima que un ciudadano varón medio puede tardar entre diez y doce segundos en enamorarse perdidamente de esta mujer, ya sea al verla o al oírla. Esto incluye los dos o tres que emplea el presentador en anunciarla.
Como en otra versión que también popularizó, Gloria, de otro italiano, Humberto Tozzi, Laura despliega una serie de cualidades para cantar, cambiar de registro, ir a falsete o gritar en el mismo verso. Impresionante.
Hay alguna versión española, como la de Ricky Martin (mejorable), pero hoy dejamos las espadas en todo lo alto, en el cielo, donde está ya Laura Brannigan, que falleció con apenas 52 años.