domingo, 12 de marzo de 2017

Wild horses

La vida de la niñez es fácil
Las cosas que querías, te las compré
Señora sin gracia tu sabes quien soy
Tu sabes que no puedo dejarte resbalar entre mis manos
Caballos salvajes, no podrían hacer que me vaya
Caballos salvajes, salvajes no podrían hacerme ir.


La letra parece enigmática, pero se refiere a la llegada de un hijo, y a que por protegerlo no nos podrán mover ni una manada de caballos salvajes.


1971, Los Rolling están posiblemente en uno de sus mejores momentos creativos, y Sticky fingers, el disco que tenía en su portada unos pantalones marcando paquete, uno de los mejores.



The Sundays, un magnífico grupo londinense, sacó en 1992 esta versión.  Uno de los principales activos era la voz de su cantante, Harriet Wheeler.


Lo que queda en la esencia de la canción es ese aire solemne, casi épico del tema.

Parece un himno.

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