domingo, 10 de marzo de 2019

This must be the place (Naive melody)

Mi sitio es donde quiero estar
recógeme y llévame allí
supongo que me estoy divirtiendo
cuanto menos, me siento mejor
a medida que avanzamos
siento que nada va mal.


En 1983 está incluida esta canción en Speaking in tongues. Entre los 1977 y 1985 los americanos Talking Heads lanzaron una serie de discos repletos de innovaciones y de canciones totalmente novedosas. Era la primera vez que un grupo hacía cosas tan transgresoras pero tan aceptadas por el público general.


Esta es la primera presentación, con esa pinta de Forrest Gump que tenía Byrne.

El bajo de Tina Weymouth se mete en la cabeza y no se sabe cuando saldrá. La bajista de los Talking Heads aportó importantes cambios a la música; en youtube hay tutoriales para aprender a tocar el bajo como ella.

Esta canción es la única canción de amor que escribió hasta entonces David Byrne, y lo que refleja son las sensaciones tan agradables que trae amar y ser querido. Habla del cariño, no va de pasión ni de sexo. De hecho, el subtítulo "naive melody" quiere decir "melodía ingenia".

Casi 30 años después Paolo Sorrentino hizo una película con ese nombre, en la que sale David Byrne interpretándose a sí mismo, con su eterno traje color hueso, con todos los músicos de pie, como muchas veces.

Aquí ha cambiado los arreglos electrónicos por violines. La nostalgia es infinita hasta el final, cuando enfocan a Sean Penn.



Veamos, por no dejar solos a los autores, cómo la interpreta el actor Sean Hayes con la base de un grupo de guitarras, bajo y batería. ¡nada mal!













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