No tengo casa, no tengo zapatos,
No tengo dinero, ni clase,
no tengo falda, ni jersey,
no tengo perfume, ni cama, ni un hombre
Sigue la retahíla, y en directo improvisaba minutos sobre las carencias materiales, tácitamente provocadas por su condición de ser una mujer negra.
Luego la canción da un giro, y nos dice lo que tiene: Vida, boca, sonrisa...
En la expresión se ve como pasa de un pesimismo miserable a la esperanza.
Nina Simone fue una activista contra el racismo, que padeció en sus propias entrañas.
Quería ser la primera pianista clásica afroamericana, algo que no pudo ser. Parece ser que el color de su piel influyó. En lo peor de las revueltas de los 60, cuando mataron a Luther King, decidió irse a vivir a Francia.
Esta canción la compuso en 1968 a partir de dos números del musical Hair. Uno es el "I got life" positivo, y el otro es el "I am black" pesimista. Son escenas de la película, y no podemos compararlas con la fuerza y la potencia de la canción.
Este es el primero, con la irrupción de un hijo pródigo "hippie" en una fiesta de altos vuelos en Manhattan. Hoy se ve un poco infantil.
El segundo ocurre en Central Park. El colorido de los setenta es sensacional.
Hoy tenemos ración extra. Este remix, de 2008, una auténtica maravilla ante la que uno no se puede quedar quieto.
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